Cuando el origami revela nuestro viaje interior
El diseño en origami es un arte muy particular. Como no se puede añadir ni quitar nada, cada paso determina los siguientes. Mientras restringen las próximas elecciones, abren un vasto multiverso de posibilidades.
La visión que un artista tiene de su arte a menudo refleja su percepción de la vida.
A menudo se dice que estamos definidos por nuestro pasado, como el origami cuyas primeras secuencias cierran ciertas opciones y determinan los siguientes pasos. Es cierto, el pasado nos moldea inevitablemente, en un determinismo aparente.
Pero también se dice que no estamos definidos por nuestro pasado, probablemente para animar a las personas a no dejar que sus sufrimientos determinen su futuro. Esta idea también tiene mérito. Como en el multiverso del origami o en el ajedrez, cada movimiento abre una multitud de nuevas opciones.
Según tu personalidad, ¿te sientes cada vez más atrapado al doblar un modelo, encerrado en menos y menos soluciones?
¿O, por el contrario, cada nuevo paso te abre nuevas opciones como en tu vida?
El problema no es dejarse definir por el pasado, sino hacerlo de la manera incorrecta. Somos responsables de lo que nos define. Debemos percibirnos como realmente somos, conscientes de nuestro origen y nuestras heridas, sabiendo que podemos elegir moldear nuestro futuro.
Del mismo modo, en el origami, nuestras primeras secuencias definen un camino, pero depende de nosotros percibir en esta restricción la libertad de crear al infinito.
El acto de doblar papel, una acción simple en apariencia, puede llevar a la creación de formas complejas y hermosas. Esto simboliza cómo pequeñas decisiones o cambios en nuestra vida pueden tener repercusiones significativas en nuestro recorrido.
Quien es libre es quien tiene conciencia de sus cadenas.
Así, el origami nos enseña que en cada limitación reside una oportunidad de transformación. Al abrazar nuestras limitaciones, descubrimos la profundidad de nuestro potencial creativo.
Al final, el arte del origami nos recuerda que, a pesar de las influencias de nuestro pasado, tenemos el poder de crear algo bello y único.
Nuestra vida, al igual que una hoja de papel, puede ser doblada y moldeada en una obra única, reflejando no solo nuestro pasado, sino también la visión que elegimos para nuestro futuro.
Es al reconocer y aceptar nuestras limitaciones que podemos ejercer verdaderamente nuestra libertad y realizar nuestro máximo potencial.
Nicolas TERRY
Inspirado en un texto de Laurent Bertin